Una nueva forma de liderazgo que sepa como explotar
las cualidades de los dos universos.
El Liderazgo Femenino no es otra cosa
que la utilización de las características propias de las Mujeres para ejercer
el liderazgo al interior de las organizaciones.
Hasta ahora, las mujeres líderes a menudo han tratado
de imitar el liderazgo masculino, sofocando muchas de las características
ganadoras en las que están, al menos a priori, más predispuestas.
Por tanto es
necesario definir este nuevo liderazgo, haciendo hincapié en las características
del modelo femenino; sin omitir las virtudes del clásico liderazgo masculino.
En este tipo de liderazgo las capacidades empáticas y
la flexibilidad son más acentuadas, así como las habilidades de comunicación
interpersonal. Es un estilo integrador, que incorpora hechos y perspectivas
procedentes de muchas fuentes diferentes.
Para las Mujeres
no se trataría del gran juego de la vida donde todo se gana o todo se pierde,
porque ella es capaz de poner atención a los detalles y a las relaciones entre
las personas, organiza su tiempo a tal punto de salir a la hora y atender a su
familia; cuida y ayuda a sus empleados, comprendiendo sus situaciones
personales, y en general la mujer, tienen una vida más allá de la propia
organización, más allá de su trabajo.
El Liderazgo Femenino significa de algún modo humanizar las organizaciones con esta experiencia del "mundo privado" en el "mundo público".
El Liderazgo Femenino significa de algún modo humanizar las organizaciones con esta experiencia del "mundo privado" en el "mundo público".
La diversidad de género también ofrece una perspectiva
más amplia, para obtener beneficios de los equipos empresariales mixtos;
entonces se debe considerar a dos modelos de liderazgo, el masculino y el
femenino, como dos alternativas, cuya integración y complementariedad
representa posiblemente el futuro del liderazgo.
El Liderazgo Femenino, en conclusión,
debiera trabajar en la conversión de una organización comprometida con la
Familia y por ello, más humana.